PINCHA EN LAS PESTAÑAS PARA VER EVENTOS Y LIBROS

viernes, 8 de julio de 2011

Razones para una siesta


A veces solo encuentro
la firme decisión invertebrada

de no hacer concesiones

al corto espacio en blanco que me dejas

para habitarte cada día.

A veces me parece
que no toco tu mano ni me tocas

si duermo recostado en tu paciencia

o fumo un cigarrillo

en esta, que es tarde por tuya
por tu cuerpo tendido a mi esperanza
por mi sueño dormido sin tu acento.


Tanto sueño que huye
si me montas
el vientre derramado
encogido, primero, ante tu pecho

y lluvia cuando alcanzas
la razón
que te trae a mi tristeza.