A cara o cruz una sonrisa,
una espera en vano prolongada,
otro esperpento clavándose en la carne.
A cara descubierta si insinúo
algo posible de mentira;
el trasluz de repente en tu camisa
o un soplo en el cogote que me corte el aliento.
A cara de perro
si te niego de un golpe lo prohibido
de saltarse una noche los preceptos
y hacernos el amor como dos locos.
Con cara dura me he adentrado en ti,
y sin permiso,
barriéndote la calle que paseas
de escollos del pasado,
de vagos sin conciencia,
de chulos, navajeros y otro bichos
con vocación de cara rota.
Todo, todo, tan solo por un beso.
¡Y tan cara al final
puede salirme esta embestida!
© Manuel, 12/06/2013